Epidemióloga Sandra Cortés: “Las personas adhieren mejor a las recomendaciones cuando tienen voceros confiables que entregan mensajes claros”

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La académica del Departamento de Salud Pública de la Universidad Católica y presidenta de la Sociedad de Epidemiología de Chile conversó en Agenda País sobre cómo nuestro país, las empresas y la población en general están enfrentando el coronavirus. Además, destacó los datos y estudios que están elaborando las sociedades científicas y la academia para superar la pandemia y poder mantener informada a las personas.

“Los datos muestran que ha habido un incremento muy peligroso de los casos que están siendo notificados bajo la definición actual del Ministerio de Salud. Y digo peligroso principalmente porque solo vemos que suben y suben en un corto plazo”, dice Sandra Cortés en entrevista con El Mostrador.

La académica del Departamento de Salud Pública de la Universidad Católica y presidenta de la Sociedad de Epidemiología de Chile se muestra preocupada por los el nivel de contagio que existe en nuestro país del coronavirus, que ya pasó los 100 mil contagiados y mil fallecidos por Covid-19.

“No sé si estamos llegando al peak, solo puedo decir que la tendencia sigue creciendo con una pendiente bastante alta en un corto tiempo y eso en la práctica era lo que no queríamos, lo que no debía de ocurrir porque justamente produce un colapso de una capacidad hospitalaria”, afirma.

Existe preocupación en el mundo médico y científico porque medidas como la cuarentena total en algunos lugares del país, sobre todo en zonas urbanas, no están teniendo los resultados esperados.

“Una de las cosas fundamentales que nos enseña la epidemiología es que los análisis tienen que ser contextuales. Si nosotros miramos al país como todo pareciera ser que hay cierto descontrol, pero distinta es la situación de lo que ocurre en las grandes ciudades con lo que ocurre en comunidades más pequeñas en donde hay una oportunidad cierta de poder hacer controles efectivos”, sostiene.

Por eso se muestra optimista con algunos logros como el de la Región de Atacama, donde hubo “claramente un escenario ideal porque hay un sistema de vigilancia bastante bien organizado, desde la Seremi de Salud, donde se ha podido hacer una buena capacidad de testeo y analítica”.

Sin embargo, recuerda que las medidas necesarias van más allá del confinamiento. “Aquí no tiene que ver solamente si se establece una cuarentena o no, que es una de las estrategias que hay disponibles desde la salud pública, sino que también si se hacen efectivas las tres recomendaciones fundamentales que ha dicho la Organización Mundial de la Salud”, es decir, testeo, aislamiento y seguimiento.

“La OMS dijo testear no sólo en los que están hospitalizados sino que en población asintomática porque sabemos que el virus también se puede transmitir en gente que está aparentemente sana”, explica.

“El segundo componente es aislamiento efectivo, que es muy difícil ciudades donde hay hacinamiento, en comunidades en donde tenemos problemas serios de habitabilidad, que es lo que ocurre en gran parte de las grandes ciudades”.

Sobre el seguimiento de casos, plantea la necesidad de darle soporte a “las personas positivas pero también a los contactos que sabemos que tienen una alta probabilidad de desarrollar la enfermedad”. El problema es que “hay condiciones de habitabilidad que hace muy difícil el aislamiento de un caso en una casa, entonces lo que ocurre es que hay una persona infectada que luego transforma a su familia en un brote”

El drama de la última cama

Ante el aumento de casos contagiados en nuestro país y el colapso hospitalario que ya se vive en algunos centros, se ha hablado del dilema ético de priorizar la atención de algunos pacientes sobre otros.

“Las asociaciones de especialistas médicos están muy preocupadas y han expresado esa preocupación por todas las vías posibles porque justamente en la Región Metropolitana tenemos algunos hospitales que ya llegaron al 90 – 95 % de camas ocupadas en un nivel intermedio-grave. Estamos claramente presenciando y estamos en el momento oportuno de poder hacer una gestión mucho más eficiente de todo lo que ocurre con estas personas desde los grados más leves a los grados más avanzados de la enfermedad”, afirma Cortés.

La especialista cree que aún estamos a tiempo de trasladar a hospitalizados con niveles leve de enfermedad a residencias sanitarias “en donde se pueda controlar de manera temprana la sintomatología que tiene”.

También aclara que “el fantasma de la última cama” no se puede trasladar de manera automática basándose en experiencia como la de Italia o España “porque esos eventos ocurrieron en un escenario demográfico muy distinto”. En ambos países europeos gran parte de los fallecidos fueron personas mayores con quienes la enfermedad es más agresiva. “Pero nosotros tenemos otra estructura demográfica y nuestros casos hospitalizados están concentrados en las edades medias”, explica.

Por eso es fundamental “utilizar las residencias sanitaria que puedan, por ejemplo, dejar en aislamiento efectivo a personas que son sospechosas mientras esperan el resultado del PCR”.

A su vez también debería existir residencias sanitarias para quienes van saliendo de la enfermedad.

Cuidado de los trabajadores de servicios básicos

Existe incertidumbre en los trabajadores y sus familias que deben desplazarse a sus lugares de trabajo. Por eso la experta asegura que “la tranquilidad se tiene que dar con medidas efectivas”. Para Cortés “hay un punto crítico que tiene que ver con el transporte. Necesitamos que todos los buses y que el metro efectivamente sean desinfectados no una sola vez al día y necesitamos que las empresas de cualquier nivel generen turnos que permitan que las personas puedan tener distintos horarios de entrada para que no se produzca un colapso en los medios de transporte público”.

“También es necesario que las empresas desarrollen protocolos no solo para asegurar las condiciones mínimas de higiene si no para llevar una vigilancia efectiva de los trabajadores de manera de saber quiénes son los que están positivo y de manera de poder aislar de manera efectiva a sus trabajadores si están sospechoso o de casos confirmado”, agrega.

Cortés destacó el caso de Aguas Andinas que está haciendo turnos de confinamiento para trabajadores sanos pero que son fundamentales para poder abastecer de agua y hacer andar las plantas de tratamiento de aguas servidas. “El confinar trabajadores sanos de empresas esenciales para que se mantengan sanos son políticas que se tiene que establecer en todas las empresas de servicios básicos”, afirma.

La epidemióloga plantea además que las pequeñas empresas también necesitan apoyo para poder tener tranquilidad y eso se traduce con bonos que garanticen las condiciones efectivas “para que se pueda mantener la distancia física dentro del lugar de trabajo, se pueda disponer de alcohol gel, se pueden generar turnos de trabajo más cortos para que los lugares se ventilen”.

Mensajes claros y voceros confiables para prevenir

Para finalizar, Cortés hace un llamado a seguir informando a la población, sobre todo de la labor que están realizando las sociedades científicas, universidades y especialistas en general.

“Está demostrado en la literatura que las personas adhieren de mejor manera a las recomendaciones cuando tienen voceros confiables que entregan mensajes claros y concisos. Y ahí tenemos mucho por hacer utilizando adecuadamente las fuentes confiables”, recalca.

“El mensaje de hoy es: ‘Bajen el miedo y en vez de preocuparse, ocupémonos en que los mensajes que estamos recibiendo en nuestro lugar de trabajo, desde nuestros vecinos o fuentes confiables, sean medidas que tomemos tanto en el hogar, en nuestro lugar de trabajo y en el espacio público”, sostiene sobre la necesidad imperiosa de mantener la distancia física y “cuidarnos entre nosotros como colectivo”.

“No vamos a llegar a una inmunidad de rebaño, olvídense de ese concepto en este caso particular, pero sí tenemos que reforzar todas las medidas de autocuidado, todas las medidas de sensibilización para con nuestros empresarios y nuestros responsables de mipymes para ser creativos y cuidarnos. No sabemos cuando esto se va a acabar entonces necesitamos que esta estrategia se tome y tengamos conciencia de que necesitamos trabajar colaborativamente.

Hay que prepararse por lo menos hasta que tengamos una vacuna y tenemos que prepararnos y empezar a trabajar colaborativamente no olvidando que tenemos al menos dos Chile: uno que tiene mejor acceso a salud y tiene más posibilidades de quedarse en su casa, pero  tenemos que también pensar en el otro Chile que vive en condiciones de hacinamiento, trabajo precario, inequidad de sueldo y que necesita medidas hoy”.

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